En la semana santa ferrolana, hay un sonido, el del tambor, que
hiere los sentidos, huele a inquisición
¡booummmmmmm
,booummmmmmm booummmmmmm¡ .
Cualquier civilización en cualquier lugar de la tierra, al oír la estudiada forma en que tal instrumento suena en esta ceremonia, tendría, la sensación de que se anuncia algo terrible, de que algo malísimo le va a pasar a todo el mundo
Es un sonido que penetra
directamente por la cabeza a la altura de la sien y se detiene ahí, todo el
cuerpo se mantiene a la expectativa, los hombros se encogen
¡Dios bendito! ¿Qué
va a pasar ahora?
El miedo se apodera del
oyente La espera es angustiosa
La calle Magdalena
sufrió ese tormento hace unos días, luto, miseria, muerte, podredumbre,
sensación de malestar, asco
Ayer en el mismo lugar y
a la misma hora la que escribe miraba crecer el cielo, en la puerta el Manchita
Cosa, cuando de pronto sonó de nuevo el tambor
Sonaba a:
! Hasta los huevos ¡
! Ehh, tú ahí te va ¡
! Que les den ¡
¿Quién llamaba y para
qué?
El antropólogo penetra
en la cueva dispuesto a observar
Se sienta, se apoya en
la pared, suena la música, no siente miedo como en la semana santa
La música no penetra por los oidos, entra por la punta de los dedos del pié, por los pulmones, por el hígado, por los poros de la piel...
La música no penetra por los oidos, entra por la punta de los dedos del pié, por los pulmones, por el hígado, por los poros de la piel...
Su efecto físico es tan
potente que sientes como algo se mueve literalmente dentro de tu pecho , algo
dentro de ti que se está soltando , se va de ti , se aleja , y sabes que es
mierda porque al irse aumenta tu estado de bienestar
Durante el concierto de
LEE VAN CLEEF, y este es el tercero que tengo el placer de contemplar, siempre
tengo la misma sensación, y a medida que aumenta, aumenta también alrededor de mí
un círculo que aleja de mí todo lo malo
De la misma forma que mi
propia sangre, los iones, los minerales, las electrolisis, las hormonas o lo
que demonios sea que lo conforma mi cuerpo se ocupan de hacerlo por dentro,
algo, que no sé lo que es, pero es tan mío como cualquiera de esas perversas palabras con que la ciencia me define, se expande a mi alrededor y los límites se alejan más y más
algo, que no sé lo que es, pero es tan mío como cualquiera de esas perversas palabras con que la ciencia me define, se expande a mi alrededor y los límites se alejan más y más
Nunca he tenido una
experiencia rave , no he tenido huevos para probar más droga que la marihuana ,
y el alcohol no me lo permite ingerir el cuerpo , le tengo alergia
psicosomática,
así que mis experiencias místicas potenciadas por agentes externos son muy limitadas ,
aunque me compensa el aprendizaje a que he sometido a mi cerebro , haciéndolo ser capaz de disfrutar de saltos al abismo por propia voluntad , imprescindibles para la correcta salud mental , que para sí quisieran otros más valientes
así que mis experiencias místicas potenciadas por agentes externos son muy limitadas ,
aunque me compensa el aprendizaje a que he sometido a mi cerebro , haciéndolo ser capaz de disfrutar de saltos al abismo por propia voluntad , imprescindibles para la correcta salud mental , que para sí quisieran otros más valientes
Pero cuando, como ayer
me dan un empujoncito hacia él un poco más lejos,
y la experiencia se convierte en algo tan agradable,
y además puedo observar que una vez terminado el concierto la catarsis permanece en la sala durante horas y para todo el mundo,
no puedo menos que mostrar mi público reconocimiento y mi total admiración a todos los miembros de la tribu de esos sabios doctores capaces de curar el alma desde la libertad en lugar de castigarla desde el miedo
y la experiencia se convierte en algo tan agradable,
y además puedo observar que una vez terminado el concierto la catarsis permanece en la sala durante horas y para todo el mundo,
no puedo menos que mostrar mi público reconocimiento y mi total admiración a todos los miembros de la tribu de esos sabios doctores capaces de curar el alma desde la libertad en lugar de castigarla desde el miedo
Sé que bastaría que el
concierto durase un poco más, para que poquito a poco se fuesen alejando de mí,
primero los brazos después las piernas y después todo lo demás hasta que la
música y yo sólo fuésemos una misma cosa:
La nada absoluta,
La paz total
Aplaudir a rabiar para volver a soltar toda la fuerza que se está recibiendo, eso, o que el concierto dure una hora más y podamos levitar
Aplaudir a rabiar para volver a soltar toda la fuerza que se está recibiendo, eso, o que el concierto dure una hora más y podamos levitar
¡Gracias¡

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