Sin embargo, amamos la belleza y nos estimulan las risas desde el
mismo momento en que podemos sentir
Si
el ser humano buscase la paz en lugar de la alegría sería feliz
La alegría existe, aparece intermitente a lo largo de la vida, en el momento más inesperado
Es habitual confundirla con la suerte, concretamente con los que
algunos llaman "buena suerte"
Suele venir acompañada de una sensación
de alivio y moderado bienestar
La
tristeza es inherente al hombre y jamás se despega de la esencia de la
vida
Le basta al humano, para sentir inquietud y angustia, con la conciencia
Sabe
que va a morir, conoce la enfermedad .Es consciente de su existencia
limitada
Pero
ambos conceptos, tristeza y alegría, derivan de una estructura reticular tan
amplia como el universo, enzimas, hormonas y metales, interactuan con pensamientos,
sentimientos, tiempos y espacios en
una realidad que nos sitúa en cada instante al borde de un abismo
Hay
quien en ese momento cargado su equipaje de idas y venidas, cree consolidado su pensamiento y
actúa con decisión confusa, y hay
quien inspirado por un
sentimiento confuso actúa con decidido instinto, pero en cualquier caso deberían caer al abismo del futuro como cae al suelo una gota de
rocío
Lo
terrible es cuando no lo hacen con naturalidad
Cuando
su caída recuerda el disparo de una bala, o cuando simplemente se desliza por
el cristal como las gotas de lluvia
Acaban de terminar esas fatídicas fechas que occidente llama Navidad
Las
televisiones se nutren de niños enfermos en hospitales, de cadáveres
amontonados en "otras guerras " y de pobres abriendo botellas de
champán en los despachos de lotería
El
cielo se llena de luces y una musica monótona y aburrida repiquetea en el
aire
Sucede así desde hace al menos 57 años, sin la más mínima variación, y
una que se sabe mortal, intenta sobrellevarlo lo mejor que puede, siempre deseando que dejen de disparar
o que terminen de escurrirse por los cristales de sus jaulas, deseando que las navidades terminen de una
puta vez, desde el borde del
abismo inexpugnable, sin el menor deseo de saltar, sin la más mínima convicción
de desear hacerlo
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