El ser humano se sabe arrojado a un mundo
caótico en el que cada segundo las posibilidades son infinitas y tiene que
elegir Eso le produce angustia porque sabe que la cadena de decisiones que va tomando a lo largo de la vida determinará lo que ha sido , y que cada una de ellas determina lo que es en cada instante
Nuestras decisiones nos definen como seres individuales
Dicen quiénes somos y lo dicen independientemente de nuestras condiciones genéticas , sociales y culturales
Elegimos incluso cuando optamos por no elegir , cuando optamos por que nos elijan a nosotros
Al ¿Y ahora qué? que se presentará una y otra vez , tenemos que ofrecerle una inmediata respuesta
Lo normal es que el cerebro nos coloque en una diatriba entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer
Cuando optas por la posición del "existente inauténtico “de Heidegger , es decir ,:aquel que hace siempre lo que tiene que hacer , dice lo que tiene que decir , come lo que tiene que comer , lee lo que tiene que leer... esperas que con ello cese la angustia
El existente inauténtico jamás decide nada por sí mismo ,otros deciden por él , otros eligen por él
Es lo que los demás quieren que sea o aparenta ser lo que los demás quieren que sea
Se coloca una máscara sobre su esencia y toda su vida trascurre detrás de ella
Pero la angustia no cesa , está muerto en vida
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